Sinópsis


Siguiendo la estela de los Foros Sociales Mundiales y especialmente del Foro Social Mundial celebrado en Nairobi, Kenia, este capítulo testimonia la labor de la sociedad civil organizada en distintas formas para conseguir mejorar las condiciones de vida de millones de seres humanos condenados a la exclusión en el planeta.

Cómo son y como entienden la vida los miles de hombres y mujeres que dedican su compromiso y su esfuerzo a la tarea de desterrar el hambre y promover los derechos humanos en el mundo.


Guión


UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE


Llegamos a África con nostalgia anticipada rozándonos la piel. Aquí terminaba nuestro viaje, después de casi dos años recorriendo todos los continentes, cámara en mano, retratando a los campesinos pobres del mundo, recogiendo el testimonio de su desesperación pero también  el de su dignidad y de su infatigable lucha.


Nuestra travesía había seguido la ruta de los movimientos sociales y de los Foros Mundiales organizados por la sociedad civil como espacios imprescindibles de reflexión, debate y elaboración de alternativas solidarias para la construcción de un mundo mejor. Habíamos filmado en Estambul,  Caracas, Porto Alegre, Atenas, Roma, Riga, Valparaíso,  Almería, Zaragoza, Hong Kong entre otras ciudades del mundo y ahora el rodaje de nuestra serie documental LOS LATIDOS DE LA TIERRA tocaba a su fin en Nairobi/Kenia,  lugar donde iba a celebrarse el séptimo Foro Social Mundial. 


Después de pasar la mañana en el Keniata International Conference Center  resolviendo las diligencias de nuestras acreditaciones para el Foro salimos de Nairobi buscando campo abierto. El mito de África desertificada y árida se resquebraja en Kenia. Sorprende la exhuberancia de su paisaje, el intenso verdor de sus gigantescos árboles abovedando el cielo africano, el púrpura brillante de sus majestuosas buganvillas…la visión de una selva tropical semejante a las venezolanas, colombianas o brasileñas…La tierra nos hermana.


Filmamos los cafetales abandonados. Enormes extensiones de tierra improductiva en un país donde el 50% de la población vive en umbrales de extrema pobreza. El hundimiento de los precios del café provocado por el dumping salvaje que practican las multinacionales agroalimentarias ha condenado a la ruina a miles de pequeños productores.


A la mañana siguiente nos reunimos con Andrés Perelló, diputado socialista y amigo entrañable. Ha llegado con una delegación de parlamentarios de las Cortes Valencianas, representantes de diversos partidos políticos: PP, IU y PSOE. Acudirán al Foro Parlamentario Mundial que se celebra estos días paralelamente al Foro Social Mundial. Durante la cena conocemos a Leshan, nuestro guía keniano.


Leshan es un Masai  inmenso cuya espectacular sonrisa compite en grandeza con su corpulencia. Leshan significa lluvia en suahili, la lengua oficial de Kenia, y realmente ha sido como agua bendita para su familia. Único varón entre seis hermanas nos relata la historia de su vida. Mucho antes de que Kenia y sus exóticos safaris se pusieran de moda en las rutas turísticas de las agencias de viajes y antes incluso de que las ONGS desplegaran su acción humanitaria en la zona, unos españoles viajaron al poblado Masai donde Leshan nació y pasó su infancia. Se encandilaron con aquel niño de sonrisa infinita  y ejercieron un apadrinamiento directo. Le costearon sus estudios de secundaria y la universidad en Nairobi, después lo acogieron en Barcelona para que ampliase sus conocimientos y aprendiera español.


Es vivo y sagaz como una rapaz pero también tranquilo y hermoso como una de esas jirafas a contraluz de un  atardecer delirantemente bello sobre la sabana africana que tenemos la suerte de filmar en el Nairobi National Park. Leshan se gana bien la vida como guía turístico de grupos españoles y latinos. Costea los estudios de tres de sus hermanas. Ellas también tendrán la oportunidad de una vida mejor gracias a Leshan y a la solidaridad de unos españoles errantes que cambiaron hace muchos años el destino de un niño Masai. Leshan es el exponente meridiano de que la educación es la mejor herramienta para luchar contra la pobreza en el mundo. El ha sabido mantener el equilibrio. No reniega de su identidad tribal, ni de sus costumbres y espiritualidad. Le encanta regresar a su poblado y pasar largas temporadas con su familia siendo  un auténtico guerrero Masai, libre en la intensa cosmogonía de la naturaleza africana.


El Foro Mundial de Pescadores ha celebrado unas jornadas de encuentro con pescadores artesanales de distintos países de la región: Tanzania, Senegal, El Chad, Congo, Burkina Faso…Nos reunimos con ellos, Pedro Avendaño y  Mario Ahumada (director y secretario técnico del Foro) han visitado con los pescadores  los alrededores del lago Victoria. El descarnado escenario de la espléndida película documental LA PESADILLA DE DARWIN. Cuando se introdujo masivamente la Perca del Nilo en el lago con vistas al negocio de la exportación a los países del este  se produjo una catástrofe humanitaria en la zona. Las percas devoraron  las especies autóctonas que tradicionalmente alimentaban a las comunidades de pescadores artesanales del lago. Como dice el profesor Pedro Arrojo “tras morir el pez comienza a morir el hombre”.


Una intérprete argentina, Eugenia Mahiques y un joven traductor español, Juan Pablo Ramos, facilitan el encuentro. Forman parte de Babels, red internacional de intérpretes y traductores voluntarios que cubre las necesidades en interpretación de los Foros Sociales. Ellos hacen posible que podamos entendernos…que un africano pueda expresarse en su lengua materna  y su mensaje llegué intacto a nuestros corazones.


Todos los Foros Sociales Mundiales arrancan con una marcha por la Paz y la Justicia Social. Es una mañana luminosa de enero en Nairobi. El itinerario se inicia en Kibera, la mayor fabela de África. En estas chabolas  malviven más de 800.000 personas.


Las organizaciones africanas ya están allí congregadas para liderar la manifestación. Se suele decir que África es un continente sin remedio del que han  huido el futuro  y la esperanza pero no es cierto. Podemos constatar que existe una sociedad civil articulada y comprometida y el vigor de sus movimientos sociales de base.


Sorprende la abundancia de mujeres y niños.  Madres que en sus espaldas enrollan en pañuelos multicolores a sus bebés acompañan la marcha. Mujeres orgullosas de su raza al frente de la movilización, exhibiendo sus camisetas verde esperanza donde puede leerse Another World is Possible,  y niños de ojos inmensos y tristezas infinitas que te hablan de sus tragedias desde un silencio muy hondo. Niños esclavos, niños soldados, víctimas de explotación sexual y violencia, niños mutilados y abandonados.  África  es un continente de huérfanos…Lo saben bien las órdenes religiosas que trabajan en la zona…


Muchas veces se olvida que existe otra iglesia…La de la Liberación y  los misioneros que están junto a los pobres, los enfermos, los excluidos…La labor que estos hombres y mujeres desarrollan en los continentes olvidados, practicando el verdadero evangelio de Cristo, es digna de respeto y admiración.



La marcha es siempre para nosotros el momento de mayor plenitud de los Foros, el de mayor intensidad emocional. Entre miles de personas, sintiendo el flujo de una energía benigna y colectiva. Formando parte de un movimiento fuerte y luminoso que quiere cambiar el mundo. Recordé las palabras del obispo brasileño Dom Demetrio Valentini al abrir el Foro Mundial de las Migraciones de Rivas Vacía Madrid “La utopía es urgente y necesaria”.  En esta marcha,  bajo un sol abrasador, retratando a las mujeres y los niños africanos me di cuenta de que ellos son las verdaderas flores de África.


El Foro se celebraba en el Moi International Sports Complex, un inmenso polideportivo a quince kilómetros del centro de Nairobi, una especie de villa olímpica africana. El lugar era perfecto para albergar a los 66.000 participantes inscritos en el evento. En las  carpas blancas extendidas en los alrededores y en el gigantesco  estadio se desarrollaban las múltiples conferencias, seminarios, talleres, encuentros, jornadas temáticas que desgranan y enfrentan los grandes desafíos de nuestro tiempo: la pobreza y el hambre, los derechos humanos, los recursos naturales, la salud, la educación, las migraciones, la dimensión de género, los problemas de la infancia, el cambio climático, la ciencia y la tecnología al servicio de la ética y el desarrollo, la democracia, la paz …


Un Foro es un hervidero de conocimiento e intercambio de ideas y experiencias, pero sobre todo es un estallido de humanidad en todas sus razas y expresiones.  En el Foro de Nairobi el ambiente era vibrante, colorido, alegre…Música en cada esquina, danzas africanas al ritmo del son ancestral de la percusión negra.


Nairobi ha sido el foro de los niños…Estaban en todas partes creando una atmósfera de cascabeles y música. A veces sugerían una tristísima melodía que parecía llegar de las profundidades de la tierra. Pudimos verlo en Korogocho, un slum  de la periferia a 20 minutos caminando desde el Foro por vericuetos de tierra socavada donde habitan más de 120.000 personas. Una ONG keniana, de muchachos que consiguieron salir del suburbio y educarse, trabaja ahora en el poblado dignificando su escuela y las condiciones alimentarias de los niños. Nos guían en este viaje que para mi ya no tendrá retorno.


Korogocho  se alza sobre un vertedero espeluznante, el olor a putrefacción nos alcanza un kilómetro antes de penetrar en sus calles. Las aguas fecales y los basureros delimitan el barrio. Tanta miseria concentrada en tan poco infierno. Pienso en lo que no vemos…los enfermos, los ancianos…los mas desheredados de este averno.  Porque lo que si vemos es un festival de niños que entonan a nuestro paso una sinfonía de bienvenida. How are you?  how are you?  preguntan al unísono mientras siguen el rastro de la cámara como si de un flautista de Hamelin se tratara. Es prodigiosa en medio de este estercolero la pulcritud de sus peinados y de  sus uniformes de colegio. La escuela no tiene luz y las aulas son cubículos de cuatro metros cuadrados. Evidentemente no hay agua  pero hay niños, muchos niños con derecho a una vida mejor. Por tres euros al mes podemos garantizar su educación hasta los dieciséis años.


Korogocho es un brutal y demoledor ejemplo de la miseria que el modelo de desarrollo actual, salvaje y deshumanizado,  ha provocado. Nuestro propio retrato monstruoso. El cuadro maldito de Dorian Gray  de nuestra civilización. Los campesinos expulsados de su medio de vida engrosan los cinturones de pobreza de las grandes ciudades. Puedo apostar que hay ratas que viven con mayor opulencia  en las alcantarillas de nuestro primer mundo.


Miguel Angel Fernández (coordinador de la secretaría federal de movimientos sociales y relaciones con ONG del PSOE), Pedro Zerolo y Pilar Estébanez  (concejales del Ayuntamiento de Madrid) iban a visitar Karatu, una zona rural de Tanzania donde Médicos del Mundo desarrolla programas de prevención, diagnóstico y tratamiento del sida, el VIH,  uno de los jinetes del Apocalipsis africano. Sin dudarlo, Vicent Garcés y yo nos enrolamos en la expedición.


Pinchamos dos veces las ruedas del Jepp que nos trasladaba a nuestro destino. Road movie de emociones…Mientras Edwards, nuestro entrañable y eficaz cicerone solucionaba las contingencias automovilísticas, aparecían niños en las cunetas. Eran invisibles y de repente asomaban de entre las sombras de una elegante acacia estratégicamente aislada en la inmensidad de la sabana.


En el segundo pinchazo, tres niñas salieron a nuestro encuentro, las más pequeñas lucían una sonrisa limpia y soleada pero la  mayor, ya adolescente, nos invadió con una mirada inquietante que transmitía un dolor ancestral y oscuro, una pena que anticipaba negras tormentas.  Y así fue… se abrieron los cielos y un diluvio profundo descargó sus aguas sobre la tierra africana. Duró instantes que parecieron agujeros negros en el tiempo y después un sol dorado que recordaba al Dios Hermes en su carro de fuego, alumbró las altas y sagradas cumbres del monte Kilimanjaro.


Temprano,  a la mañana siguiente de nuestra llegada, visitamos el centro de Médicos Mundo en esta localidad rural. Conocemos a Manuel Galán (coordinador de área) y a Inés Zamanillo (médico cooperante) que llevan a cabo un programa de lucha contra el sida, insertado en el sistema sanitario de Tanzania. Como ellos, cientos de miles de cooperantes hacen posible la utopía


Visitamos el Ngorongoro, onomatopeya que significa el tolon-tolon de los cencerros que los Masais colocan a sus ganados. Es un parque natural de deliciosa e inconmensurable belleza. El broche final de nuestro viaje…penetrando en un mundo perdido donde el corazón de la tierra late con misteriosa fortaleza. La “Tamaduni “(madre tierra en suahili) nos envuelve, somos parte de su energía milenaria entre flamencos nacarados que alzan el vuelo, elefantes majestuosos, cebras juguetonas y una orquesta de hipopótamos que lanzando sus surtidores acuáticos al aire nos dan la bienvenida.


Nakupenda significa querer apasionadamente…Amar… Nakupenda África…Entre las praderas de este cráter cósmico que nos devuelve a la esencia de la vida podemos sentir profundamente que un mundo mejor es posible y necesario.


 

Un mundo mejor es posible